Si en las próximas semanas necesita comprar un ordenador nuevo, cuando empiece a comparar modelos es más que probable que veas algunos identificados como Copilot + PC. Es la etiqueta que identifica los equipos Windows que traen inteligencia artificial integrada en el propio equipo. Se les conoce como AI PCs (ordenadores con inteligencia artificial, por sus siglas en inglés) y serán cada día más comunes: la consultora Canalys estima que, en este año, alcanzarán el 18% el total; llegando al 40% en 2025.
¿Qué supone que tengan inteligencia artificial integrada? En el plano técnico hay una diferencia esencial con los ordenadores tradicionales: tienen un procesador adicional llamado NPU (Neural Process Unit, unidad de procesamiento neuronal) que se dedica a procesar de forma dedicada cualquier tarea relacionada con la IA y, a la vez, mejora la eficiencia del dispositivo, aprende de los hábitos de uso, controla las tareas para ahorrar batería…
Para saber cómo se traduce esto en la práctica y si merece la pena elegir un AI PC en estos momentos, he probado esta tecnología en el HP OmniBook X AI, el primer ordenador con IA integrada de la marca y uno de los primeros en estar disponibles en España. El 30 de noviembre, precisamente, cumplió dos años ChatGPT, uno de los modelos de IA generativa más conocidos.
Al arrancar el ordenador por primera vez, los pasos que hay que dar en la configuración son exactamente los mismos que con un Windows normal. Y, cuando se enciende, el único indicativo especial es que en la barra de tareas de la parte inferior hay un icono para iniciar directamente el asistente inteligente Copilot: puedes preguntarle cualquier cosa y actúa como un asistente personal. Así, genera textos para artículos, trabajos académicos o correos electrónicos, resuelve ecuaciones matemáticas, escribe y depura código en labores de programación, ayuda a planificar proyectos u organizar una agenda, crea imágenes a partir de descripciones (esto es adictivo), busca información en la web…
Más allá de eso, la IA se ha integrado en algunas aplicaciones muy conocidas que vienen instaladas por defecto en los ordenadores Windows. Un ejemplo es Paint. En este caso, al abrir la app hay un icono adicional en la barra de herramientas superior identificado como Cocreador. Cuando se pone en marcha, tienes la página en blanco en la que puedes ir dibujando con el ratón o un stylus en caso de tener pantalla táctil; líneas que se irán transformando en función de la descripción que añadas en un cuadro de texto situado a su derecha, y en la que debes hacer referencia tanto al elemento principal como a los del fondo. Es muy curioso, pero es necesaria mucha práctica y una buena base en el dibujo para obtener resultados de calidad. Igual ocurre en la app Fotos, donde se pueden transformar instantáneas con efectos predefinidos, o en Windows Studio Effects, con la que se mejoran el sonido y la imagen en los vídeos.
Eso en lo que a apps nativas de Windows se refiere. Pero, además, otros desarrolladores ya han implementado funciones de IA en sus propias aplicaciones. En el caso de este equipo de HP, por ejemplo, la aplicación de la webcam (Poly Camera Pro) encuadra de forma automática la imagen, aunque nos movamos, aplica filtros, reemplaza el fondo… También incluye HP AI Companion, una app en fase beta que es, básicamente, un chatbot al que hacer consultas sobre tus archivos y obtener ayuda con lo que se necesite.
La realidad es que estas funciones son muy curiosas, y a determinados perfiles pueden resultarles realmente útiles, pero personalmente no me parece nada que no se pueda hacer con las herramientas adecuadas en un equipo sin IA integrada; aunque sea un proceso algo más lento.
Para mí la clave está en otra función —o la promesa de ella—: la posibilidad de preguntar al asistente por qué no te funciona la impresora y que te ayude a configurarla, que te busque un archivo o una foto guardada en el disco del equipo basándose en una descripción (esta función se llama recall y está en fase beta) y que, en general, te ayude a configurar todo o solucionar problemas cuando no sabes hacerlo por ti mismo. Para disfrutar de algo así, todavía hay que esperar.
¿Qué ocurre con la privacidad y la seguridad? Al usar cualquiera de las herramientas de IA de Microsoft aparece un cartel que dice que se va a recopilar información con fines de seguridad. Además, hay que tener en cuenta que lo que se haga o se pregunte, así como todos los datos que se faciliten, se utilizarán para seguir entrenando a la IA. De ahí que la principal vulnerabilidad venga dada por la cantidad de datos personales que se recopilan para adaptarse a los usuarios y ofrecer respuestas relevantes.
Esto, sumado a que para utilizar estas herramientas es imprescindible estar conectado a Internet, hace indispensable utilizar firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones, cifrado de datos, sistemas de autenticación segura… Y, por supuesto, disponer de programas antivirus, mantener el software actualizado y no instalar aplicaciones desconocidas. Y es que, según los expertos consultados, los riesgos asociados a este tipo de ordenadores son los mismos que con otros dispositivos conectados, al igual que las medidas a tomar.
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